viernes, 8 de octubre de 2010

El modelo de Marx, comienza haciendo diferencia entre dos niveles, la BASE  y la SOBRESTRUCTURA. La BASE es donde se sitúan todos los medios de producción de la sociedad, donde las clases están separadas dialécticamente de forma jerárquica y en situación  de dominio. De ahí que se da la interacción con la SOBRESTRUCTURA social, la cual corresponde al plano de la conciencia, espiritual e ideológico de la sociedad.

La teoría del reflejo, explica las relaciones entre el ser real (objeto) y el ser social (lo que pensamos, lo que somos)

El reflejo artístico opera transformando estéticamente la realidad. El lenguaje como fenómeno social, cuenta con pocos estudios, muy fragmentados y dispersos. A grandes rasgos cada forma de lenguaje mediante el cual se manifiesta la realidad reflejada.

En este sentido, todo texto literario, se sitúa en su posición bien de acomodo o aceptación, o bien de contradicción con la tendencia política de la sociedad. La literatura nunca debe ser neutral, se presenta como elemento activo de la SOBRESCRITURA que opera directamente con la Base.

Hay dos posiciones que definen el acercamiento a la obra literaria: aquellas  que toman el arte como un espacio aislado, en el que el autor obra y se relaciona con ella. Y las que relaciona la creación cultural y artística con los medios de producción existentes.

Dado que el Marxismo concibe la realidad en su cambio histórico y constante y resulta inaceptable la idea de la belleza universal, un arte puro valido siempre al margen del desarrollo histórico.

Dado que todo lector conciente o inconcientemente, compara la realidad reflejada por la literatura con su experiencia de la realidad acumulada hasta ese momento.









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